viernes, 11 de septiembre de 2009
Actualizado hace 2 días (07:57 p.m. )
Manuel Ernesto Rivera / Prensa Asociada
El Departamento de Educación sacó de circulación el viernes libros de autores puertorriqueños y un mexicano que, a juicio de la presente administración, contienen un vocabulario y lenguaje “inaceptable, por ser extremadamente burdo y soez”.
Juan J. Rodríguez, subsecretario para Asuntos Académicos de la agencia, dijo que fue instruido por el secretario Carlos Chardón para que retirara de las escuelas públicas los libros “Antología personal”, “El entierro de Cortijo”, “Mejor te lo cuento: antología personal”, “Reunión de espejos” y “Aura”.
Pero, cuando Prensa Asociada le cuestionó sobre el valor literario de las piezas, Rodríguez reconoció que no las ha leído.
“No, porque no los he leído”, se limitó a decir Rodríguez.
Fue el personal de la agencia encargado de revisar los textos el que se percató del contenido y su vocabulario, dijo el director de prensa Alan Obrador.
Cuatro de los libros prohibidos son de autores puertorriqueños: “Antología personal”, de José Luis González; “El entierro de Cortijo”, de Edgardo Rodríguez Juliá, “Mejor te lo cuento: antología personal”, de Juan Antonio Ramos, y “Reunión de espejos” es una recopilación de ensayos por José Luis Vega. “Aura” es del mexicano Carlos Fuentes.
Los referidos textos se enseñaban en el Programa de Español de undécimo grado durante la administración del ex secretario de Educación Rafael Aragunde, y fueron aprobados por la otrora subsecretaria para Asuntos Académicos de la pasada administración, Yolanda Vilches Norat.
Chardón prohibió la compra de reposición de libros desde enero, hasta que no se verificaran en su totalidad, por lo que nunca llegaron a manos de los estudiantes.
Rodríguez admitió que sólo vio “tres páginas” del libro “Mejor te lo cuento: antología personal”, y que el vocabulario que utiliza no es apto para adolescentes. Las palabras objetadas son las que se usan vulgarmente para nombrar los genitales masculinos y femeninos.
“Puede que (ese vocabulario) lo aprendan en la calle, pero nosotros tenemos que velar por la integridad de los jóvenes y no podemos avalar el uso de ese vocabulario en el salón de clases. Me imagino lo difícil que sería para una maestra del grado 11 una lectura como la del señor Juan Ramos, es inaceptable”, dijo.
Para el otrora catedrático de la Universidad de Puerto Rico (UPR), ni tan siquiera en la universidad él utilizaría libros con las palabras que contiene el libro de Ramos.
“Yo soy catedrático de la UPR y regresé al sistema (escolar) para ser subsecretario de Educación y si yo tuviera que enseñar un texto así a la universidad, yo mejor se lo dejaría a la imaginación porque es vergonzoso”, señaló.
“Un padre responsable no va a querer que esos libros estuvieran en la escuela”, añadió.
Indicó que los libros son suplementarios, y opinó que la pasada administración no los evaluó a profundidad cuando los compró.
Estas son las cosas ante las cuales LOS BIBLIOTECARIOS que estamos llamados a promover la libertad de expresión, no debemos permanecer enajenados a la CENSURA. Hoy son libros de texto , mañana se removerán libros de la biblioteca porque a opinión de alguien esos libros son censurables. Todos sabemos que la literatura es expresión de la cultura, el maestro lo que tiene es que enseñar esto a la luz de una subcultura que es cada vez mas expresiva como producto de la filosofia post modernista que estamos viviendo. O sera que a fuerza de promover el americanismo censuramos lo de puerto rico. Recuerden que para prohibir el avance del cristianismo en ciertos paides se quemaban las biblias, es que en este pais no le vamos a enseñar a nuestros estudiantes que de todo ellos escojan como seres pensantes y criticos. NO A LA CENSURA!!!! En estos los bibliotecarios de la American library association son muy cuidadosos. Es que acaso los vamos a mantener enajenados de la realidad social. y que de la vispera del hombre. Por lo menos que lean algo antes de censurarlo y argumenten el por qué pero actuan como niños de mandado y sin criterio propio. en esto las organizaciones de bibliotecarios debemos estar alerta, es nuestra responsabilidad...
ResponderBorrar