2. responden a las necesidades reales del currículo académico y de la diversidad de intereses de los estudiantes,
3. se constituyen en centros eficientes de recursos de información, de promoción lectora y de apoyo al currículo,
4. tienen capacidad de articular programas y servicios dirigidos a toda la comunidad escolar.
5. se utilizan no solo por los maestros de español o literatura para procurar al alumnado la experiencia literaria y la lectura extensiva, sino también por todos los maestros para complementar todas las áreas académicas,
6. favorecen con sus servicios y programas a los estudiantes, generando oportunidades para la adquisición de las competencias básicas,
7. garantizan la estabilidad y continuidad de sus servicios, programas y funciones a través de maestros bibliotecarios cualificados, responsables y comprometidos con su profesión
8. abren en el periodo de almuerzo, realizando una labor de compensación e inclusión social y garantizando a todo el alumnado el acceso a los recursos informativos, educativos y culturales,
9. desarrollan una colección balanceada que responde prioritariamente a las necesidades curriculares de las diferentes materias académicas,
10. colaboran entre ellas en redes y con la biblioteca pública de la zona, generando escenarios de cooperación bibliotecaria.
Versión modificada del Decálogo de una biblioteca escolar útil. Elaborado por el equipo de bibliotecas escolares de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación en Málaga. Octubre, 2008, mes internacional de la Biblioteca Escolar.
2 comentarios:
Angélica, te felicito. Soy Consuelo Escobar, una maestra bibliotecaria colombiana. El Decálogo de una biblioteca escolar útil me pareció excelente.
consuelo.escobar@gmail.com
Muy completo
saluditos
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